domingo, 21 de septiembre de 2008

(REINICIO): EL RECTOR DE LA ULL Y LA CANTINELA TRADICIONAL DE LA FALTA DE MEDIOS DE LA INSTITUCIÓN

Bueno, no reinicié la publicación de mis paridas el día uno de septiembre, pero en fin, ya es conocido lo del trauma posvacacional que, en los tiempos que corren, sufren de verdad aquellos que no tienen posibilidad de reintegrarse a su puesto de trabajo porque éste ha desaparecido como efecto de la crisis económica. Mi trauma es ficticio, como el de otros muchos españoles que mentalmente creen tenerlo porque esta sociedad ya ha olvidado que el trabajo, además de dignificar a quien lo realiza, contribuye a la riqueza de la Nación (bueno, o a la del empresario y el Estado). En mi caso, además, por el hecho de ser funcionario público, he de confesar que hasta tengo un poco de mala conciencia por no denunciar con más ahínco a todos aquellos representantes sindicales que en el seno de la Administración pública están liberados de trabajar y que jamás han denunciado a ningún “compa” por el mismo privilegio que ellos ostentan de manera oficial, esto es, por no trabajar y vivir del cuento a cargo del dinero de los sufridos contribuyentes.

Hace ya algunos años que no voy a los actos solemnes de apertura oficial del curso académico en el seno de mi Universidad. Aparte de repetitivos, bastante estúpidos y totalmente plomizos, se conforman como manifestación patente de la ausencia total de innovación en la que está inmersa la institución universitaria. Y no se trata de negar la belleza y honda significación que en sí mismo tiene el acto solemne de apertura de curso como manifestación de una tradición secular en el seno de la Universidad, sino más bien, de afirmar que en mi Universidad hay mucho respeto a la tradición y ninguno o muy poco a la innovación. Para muestra bien vale un botón.

En los últimos treinta años, esto es, desde la reinstauración del régimen democrático en España, la Universidad de La Laguna, al igual que el resto de las Universidades españolas, ha recibido de la sociedad que la mantiene un volumen de recursos muy considerable. Pues bien, no hay apertura de curso en la que el rector de turno (ya sea de un “partido” de derechas o de uno de izquierdas) no repita ante el Presidente del Gobierno de la Comunidad Autónoma que los recursos económicos previstos en el presupuesto son insuficientes. Y claro, si esto es así, pues ya se sabe, santo pretexto para justificar lo injustificable: la ausencia de cualquier tipo de autocrítica respecto al uso que se hace de los recursos de los contribuyentes en el seno de la Universidad.

A mi edad y con el nivel de desasosiego al que he llegado con respecto a la denominada “política universitaria”, no sólo no me creo que nuestra Universidad sea la abanderada de la innovación en nada de nada, y menos que nada, en el campo de las ideas. Pero así y todo, en mi fuero interno sigo soñando con el día en que un rector o rectora presida el acto solemne de la apertura de curso en la ULL y afirme con rotundidad ante el claustro universitario que entre los responsables de los males (económicos y de otro tipo) que padece la institución están los profesores y el personal de administración y servicios. El rector que así actuare dejará, sin duda, de ser rector, pero al menos pasará a la pequeña historia de la universidad no como un político más, acostumbrado a mentir o a ignorar la realidad, sino como un auténtico universitario interesado en afirmar por encima de todo la verdad.

No hay comentarios: