martes, 2 de diciembre de 2008

¿SEGURIDAD NACIONAL, MARY LOLY? ¿DE VERDAD LO DICES EN SERIO?


Me caía muy bien la secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, y hablo en pasado porque acabo de leer las últimas declaraciones que ha realizado la susodicha con relación a los vuelos sobre territorio nacional con parada y fonda en determinados aeropuertos discretos de nuestro país, efectuados por la aviación norteamericana para conducir a presuntos terroristas a la cárcel ilegal que Estados Unidos tiene en Guantánamo (Cuba). En estas declaraciones, la secretaria del PP, abogada del Estado en excedencia, es decir, una jurista que se supone bien preparada en términos profesionales, ha asegurado que “un gobierno con responsabilidad y un gobierno que sea fiable no se dedica a haber filtraciones acerca de asuntos que afectan a la seguridad nacional”.

Se refería María Dolores a la publicación por el diario El País de algunos escritos oficiales en los que se demuestra que durante el gobierno del Presidente Aznar se autorizó al ejército norteamericano a realizar tales vuelos así como a hacer escala en determinados aeropuertos españoles, teniendo conocimiento algunos miembros del Gobierno de que en los aviones se trasladaba a personas “secuestradas” en distintas partes del mundo bajo la sospecha de ser presuntos terroristas.

En nuestro país ya tuvimos la horrible experiencia de tratar de acabar con el terrorismo de ETA mediante métodos impropios de un Estado de Derecho. Entonces, el PP actuó correctamente y defendió con convicción que aquello no sólo fue un error, sino lo que era más grave, un atentado injustificado a la ley que debía ser perseguido por la justicia. Tratar de amparar este tipo de irregularidades en razones de “seguridad nacional” o en la “razón de Estado”, no podía justificarse en caso alguno.

Si efectivamente lo que se está denunciando resultare ser verdad, sería algo muy lamentable, puesto que el entonces presidente del Gobierno podría haber aconsejado al presidente Bush que se estaba equivocando en su forma de lucha contra el terrorismo, y en todo caso, si este no le hubiere hecho caso, debía de prohibir terminantemente cualquier tipo de colaboración de su Gobierno en la comisión de cualquier posible ilegalidad relacionada con esta cuestión.

A mi no me preocupa ni un pimiento que el tema pueda afectar o no a la sacrosanta seguridad nacional (que además en ningún caso le afecta, pues en realidad se trata de un caso claro de inseguridad nacional para las presuntas víctimas). Lo que de verdad me preocupa es que un Gobierno legítimo (el de Aznar entonces o ahora el de Zapatero) se pueda mezclar en una posible actuación contraria a la ley sobre la base de una amistad mal entendida o un ocultamiento de la cabeza bajo el ala para dejar de ver u oír la comisión de un delito.

Espero que la justicia finalmente pueda aclarar la cuestión. Deberías cambiar de actitud, Mary Loly.

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