jueves, 19 de febrero de 2009

VEHEMENCIA


Siempre he preferido la vehemencia y la pasión ante determinados acontecimientos humanos, que la actitud supuestamente reflexiva que trata de entender las causas del problema y que una vez determinadas sirven para publicar un artículo en una revista científica y justificar puntos para un nuevo complemento retributivo. Pero mientras esto último ocurre, las causas siguen provocando los efectos de la enfermedad o del desorden y el investigador se limita a adoptar una actitud pasiva y a responsabilizar a los políticos de todos los males presentes y futuros que nos rodean.

Una de las últimas cosas que he tenido oportunidad de ver es las actitud que algunos profesores e investigadores universitarios pertenecientes a las Facultades de Derecho mantienen con relación a la primera convocatoria de huelga realizada por los jueces españoles. Todos estos capullitos de alelí debaten y debaten en torno a la constitucionalidad o no del instrumento de la huelga por parte de los jueces. Y muchos de ellos concluyen de manera terminante y científicamente fundada que en términos jurídicos es claramente inconstitucional la huelga como instrumento de defensa de los intereses de los jueces. Sin duda, una conclusión –aparte, claro está, de ser favorable a los intereses del Gobierno y del partido en el poder- que está amparada en términos jurídicos pero que como no podía ser de otra forma, obvia el tema sustantivo o material de la existencia del conflicto. Y es que estos chicos y chicas progres que en la Universidad se dedican a la enseñanza e investigación, cuando de defender al Gobierno se trata, son capaces de ser más formalistas que el propio Kelsen. No tienen el más mínimo reparo…

Bien es verdad que entre los jueces españoles hay de todo: gente trabajadora y sacrificada y vagos redomados; honrados y corruptos; profesionalmente competentes y auténticos ignorantes….También, que en el actual conflicto que han planteado, muchos han aprovechado para tratar de obtener aumentos retributivos y de otro tipo. Pero todo esto es pura anécdota con relación al que yo creo que es el motivo nuclear de la huelga como medida de protesta constitucionalmente legítima: el hartazgo de tener que soportar una Administración de Justicia ineficaz, ineficiente, anquilosada, colapsada, decimonónica, irrespetuosa con los derechos de los justiciables, etc, etc. Uno de los principales protagonistas de la prestación de uno de los servicios fundamentales que se supone ha de prestar el Estado, los jueces, han dicho por fin ¡!!!!!!BASTA¡¡¡¡¡, y lo han hecho mediante el empleo de un instrumento que por vía material nos está vedado a los ciudadanos como tales, la huelga. En otras palabras, han utilizado la huelga, prevista como derecho de los trabajadores en la defensa de sus intereses, como instrumento para defender los derechos de los ciudadanos que no recibimos un servicio digno por parte de la Administración de Justicia.

En la Junta de la Facultad de Derecho de mi Universidad celebrada el pasado día 17, propuse que constara en acta mi apoyo a la primera huelga de jueces de España. Es un detalle y fue además expresado de manera vehemente.

No hay comentarios: