martes, 6 de mayo de 2008

LA DICTADURA CUBANA Y YOANI SÁNCHEZ

Visité Cuba en el año 1982 con ocasión del hermanamiento de la Villa de La Orotava con la ciudad de Sancti Espiritu. Regresé a Canarias con la confirmación de mis esquemas ideológicos previos: un “pueblo unido jamás será vencido”, la “educación y la sanidad es la base y el fundamento de la revolución”, “a tus órdenes, comandante Fidel”… Tuve la oportunidad de estrechar la mano y de conversar con el Comandante y quedarme gratamente impresionado de sus detallados conocimientos sobre Canarias. Añadí una justificación más a mi desprecio por los “gusanos” que desde Miami, aliados con la potencia maligna del Imperio, seguían con el bloqueo económico a la isla y a sus gentes. Vamos, que mi pecho de revolucionario de pacotilla (es decir, de un ciudadano de un país que había recuperado la execrables libertades burguesas) se hinchó de renovados aires marciales a favor de la perla del Caribe y sus denodados esfuerzos de lucha contra la opresión del Imperio del Mal.
Pero “gracias a Dios”, al transcurso del tiempo y a mi cerebro, aquella ideología de juventud se fue resquebrajando y me fui transformando paulatinamente en un vil gusano (curioso proceso inverso: de atolondrada mariposa voladora a gusano pegado a la tierra). Veía ahora al Comandante como un dictador sanguinario que no tenía el más mínimo reparo en asesinar o condenar a veinte años de cárcel a cualquier súbdito que osara cuestionar de palabra su omnímodo poder revolucionario. No era ya una imagen, era la pura y dura realidad de todos aquellos cubanos, gusanos de verdad, que no estaban dispuestos a transformarse en una falsa mariposa que vuela en un aire que cotidianamente oprime la libertad.
Una de esas gusanas es YOANI SÁNCHEZ, “blogera” cubana que acaba de recibir el premio de periodismo Ortega y Gasset otorgado por el diario EL PAIS, y a la que la Dictadura de Fidel, Raúl y demás familia revolucionaria, le ha negado el permiso para salir de su país y trasladarse a Madrid para recogerlo.

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