viernes, 16 de enero de 2009

AGUDIZAR LAS CONTRADICCIONES EN EL SENO DEL PUEBLO


Que frase tan sonora y que me trae tantos recuerdos de una etapa de mi vida que ahora me parece lejana pero que en términos de tiempo vivido es un auténtico suspiro. El objetivo no era otro que la consecución de la Revolución. Se trataba, en suma, de crear las condiciones objetivas para que lo que era un germen inherente al sistema capitalista (el principio de su propia e inevitable autodestrucción) se acelerara al máximo mediante la sacrificada labor de los que formaban la vanguardia del proletariado y sus adláteres (estos últimos éramos nosotros, los estudiantes revolucionarios).

Cuando ahora miro hacia atrás y pienso en los resultados que históricamente ha conseguido la humanidad a través de las revoluciones acontecidas durante el pasado siglo XX, me entra un repelús en el cuerpito y en la mente que ahora tengo de pequeñoburgués, que menos mal que se amortigua de forma inmediata comprobando que vivo en un sistema democrático en el que rigen las otrora denostadas libertades burguesas. Y es que de haber estado viviendo en una sociedad que fuere resultado de la revolución (la cubana, por poner un ejemplo paradigmático), ahora no tendría repelús, sino que seguramente o estaría muerto, en la cárcel o exiliado (descarto plenamente la posibilidad de haber estado en el poder corrupto de la nomenclatura dirigente).

Sin embargo, el viejo lema marxista-leninista consistente en la agudización de las contradicciones existentes en el seno del pueblo, además de que el mismo no ha perdido actualidad para las fuerzas políticas que se siguen inspirando en esos postulados (p.ej. Chávez en Venezuela), es obvio que ha cambiado radicalmente de significado para aquellos que hoy analizamos la realidad desde una perspectiva más realista y, sobre todo, humana. Hoy, ese lema opera en el ámbito de la lucha incruenta que se plantea en cada proceso electoral por la consecución del poder político. Es aquí, en este ámbito, donde los partidos democráticos tratarán de poner de manifiesto las contradicciones flagrantes en las que incurre el partido adversario a fin de así convencer al votante de la mayor idoneidad de sus propias tesis a la hora de asumir la responsabilidad de gobernar.

Algunos podrán pensar que esto último es en verdad muy poco emocionante y poco proclive a generar adrenalina, y seguramente no les falta razón. Bueno, pues por eso es a mi juicio positivo que existan conformadores de opinión que desde distintos ángulos “bombardeen” al electorado para que el mismo saque sus propias conclusiones, y por esa misma razón, me parece inaceptable y claramente antidemocrático que se tilde a la COPE y a Jiménez Losantos como subvertidores del orden democrático, cuando en realidad cumplen con esa fundamental misión que en el último franquismo se denominaba “contraste de pareceres”, sólo que en este caso con el maravilloso añadido de que sus opiniones generan muchas veces buenas dosis de adrenalina y otras constituyen un incentivo para poner en funcionamiento el cerebro.

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